El día amaneció
esplendido, casi diría que perfecto , me levanté congelada de pies a cabeza ,
aunque según Zachary no hacía nada de frio comparado con el que ya había hecho
hace solo un mes , sería que mi temperatura corporal no aceptaba cambios. El
día seguía siendo perfecto hasta que recordé que era mi primer día de clase. Me
fui al armario y cogí lo primero que vi, la verdad nunca me había preocupado
por esas cosas. Al final me decidí por unos pantalones vaqueros azules, una
sudadera de Oxford roja y unas tenis del mismo color. Luego me recogí el pelo
con una coleta, me lave la cara y bajé a desayunar. Aun me quemaba en la cabeza
esa nota que esa chica misteriosa dejó en el salón y aún más las dos últimas
palabras de esta. Los ojos de esa chica aparecieron esa noche en mis sueños,
estaba en un lugar que jamás había visto, un pantano, era de noche y la única
luz que tenía era la de la luna. Andaba por un camino que cruzaba el pantano,
una sombra paso a mi lado, aceleré el paso y llegué a un pequeño parador que
más bien pintado de rosas parecía pintado de ojos que me miraban, de pronto,
escuché el crujir de una rama a mi espalda, pero no me volví, estaba paralizada
allí en medio de la noche, parecía que el viento se había asustado conmigo, aun
con el corazón desbocado sentí el suspiro más frio que había sentido nunca.
-No
lo hagas
Y
me desperté. El sueño había sido realmente extraño. Pero lo aislé de mi mente,
al fin y al cabo había sido un sueño. Baje rápida las escaleras y entré en la
cocina donde estaba mi madre haciendo el desayuno.
-Buenos
días.
-Buenos
días mama, ¿Hoy no trabajas? – normalmente ya estaría trabajando, cogí una
manzana y me senté.
-No,
me he tomado el día libre.
-Ah.
-Alex
siento lo que paso ayer, sé que hay muchas cosas que no entiendes, pero estamos
bien y eso es lo que importa.
-Supongo,
pero no entiendo desde lo más difícil hasta lo más sencillo, como Zachary – era
algo que aún no sabía – no sé qué pinta con nosotros.
-Es
verdad, hasta ahora no conocías a Zachary, es un buen amigo – alguien invisible
le arranco una sonrisa de su cara- es como de la familia. Antes vivíamos
aquí, de hecho yo soy de aquí. Zachary fue conmigo al colegio y he pasado
muchos momentos con él, así que cuando le dije que nos mudábamos aquí se
ofreció a ayudarnos en todo lo que nos hiciese falta, te conoce desde que naciste,
y yo a su hijo igual. Así que no te asustes si los ves más de una vez por aquí,
Noam está arreglando algunas cosas que han quedado sueltas por la casa, como
ayer, el coche.
-Ya
me he dado cuenta de eso, respecto a Noam...mama ayer te pasaste con él ¿Lo
sabes verdad? – tenía que decírselo.
-Lo
sé, pero no quiero que nadie te haga daño.
-Podrías
haber preguntado qué había pasado simplemente y no alterarte tanto
-Lo
siento ¿vale? – Me dio un beso y volvió a evadir mis palabras, se dirigió al
coche – vamos date prisa, tienes instituto.
Y
así dio zanjada la conversación, pero más bien a mi parecer dio por cerrado el
pasado.
Emma, me encanta tu historia ! :) sigue escribiendo asi y seguro qe llegaras muy lejos :) un besazo !
ResponderEliminar