Me quedé con su sonrisa de cal y esa pizca de luz que me hizo soñar de nuevo

El corazón tiene cuerdas que es mejor no hacer sonar. Charles Dickens.

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lunes, 26 de septiembre de 2011

Página 52. Como un juego de dar y recibir.

Pero era sentir una paz y una tranquilidad al lado de Nico que me gustaba, me hacía sentir bien. Antes de comerme un poco más la cabeza me asusté cuando unas gotas de agua fría rociaron mi cara de nuevo, bueno en realidad me rociaron entera. Nico al ver que no hablamos desde hacía un buen rato me había salpicado de agua con los pies.
-¿Se puede saber que te tiene tan entretenida en esa cabeza?- me preguntó sonriente.
-Nada en especial.
-Pues eso no es lo que decía esa sonrisa que tenías en la carita, guapa.
-Es que me he relajado aquí sentada, guapo.
-Sí, se está muy bien aquí – dijo mirándome.
-Después de un día como este es lo que nos merecemos ¿no?
-Sí, es lo que te mereces después de un día como este.- le regalé una sonrisa.
-¿Habías estado aquí alguna vez?
-Sí, me gusta mucho este sitio venía de vez en cuando, antes de que tu llegases.
-He roto tu rutina ¿no?
-Me gusta más la que llevo ahora- ante estas palabras suspiré.- ¿qué pasa?
-Ves, tengo razón – puso cara de no entender nada- no sabes ser malo, solo dices cosas bonitas. - sonrió.
-No tengo la culpa de que me vuelvas loco.
-Vamos Nico, ¿desde cuándo nos conocemos?- le pregunté incorporándome.
-Desde hace mucho más tiempo del que tú crees.
-¿Más tiempo?
-Si – me dijo sonriendo, como no.- desde que naciste, incluso antes.
-Si tenemos la misma edad, ¿cómo me vas a conocer desde antes de que naciese?
-Alex, no tenemos la misma edad, cuándo naciste, yo ya sabía que mi deber era cuidarte y protegerte.
-Pero yo no te recuerdo-
-Nunca me has visto, yo te vigilaba, por decirlo de alguna forma, desde mi mundo. - me susurró, por instinto miré al cielo. El siguió mi mirada.- pero tenías a tus padres y nunca has estado en peligro, nunca. Cuando empezó todo, tuve que actuar.
-¿Entonces me viste aquella vez que me caí al bebedero de los caballos?- aquella había sido una historia algo vergonzosa. Estábamos en la finca de unos amigos de mis padres y yo apenas recuerdo la edad que tenía. El caso es que yo salí del salón donde estaban los mayores y me puse a explorar. Detrás de la casa había unas caballerizas enfangadas y yo como buena aventurera que soy pues me dispuse a ver a los caballos. Cuando cogí por el fango iba con cuidado de no mancharme pero el relinchar de un caballo me asustó y fui a caer al bebedero de los caballos donde me puse perdida. Recuerdo que me echaron una bronca inmensa pero luego comenzaron todos a reírse al verme las pintas.
-De todo lo que te he dicho ¿lo que te preocupa es eso?, Alex tenías 8 años.-dijo riéndose.
-¿Te acuerdas? - le pregunté atónita, ni siquiera yo me acordaba de cuántos años tenía.
-Claro, que me acuerdo, en realidad recuerdo cada una de tus caídas o de tus rabietas, sigues igual de cabezona.- me dijo riéndose. Le sonreí. Era algo que asumir, es decir, él había visto todo de mi vida, quizás me conocía mejor que yo misma y era extraño.
-Cuando hablaba sola en mi habitación...
-No estaba todo el tiempo pendiente de ti, todos necesitamos nuestra intimidad ¿no?- me cortó. Me relajé al escucharle decir eso. - ¿Hablas sola?
-No estoy loca.
-No he dicho que estés loca.
-Pero seguro que lo has pensado, seguro.
-Pues no lo he pensado.
-Sí, claro.
-¿No me crees? - me dijo con cara de indignado.
-Si...
-Dudas.
-Siempre dudo, nunca hay algo totalmente cierto.
-No pienso lo mismo- me dijo, hablábamos tranquilos, el uno al lado del otro sin prisas.- yo tengo claro muchas cosas. Sin dudas.
-¿Qué cosas?
-No puedo contártelo, además en realidad tú lo sabes ya.- me dijo mirándome fijamente, atravesando el azul de mis ojos.- hay cosas que no hace falta decirlas con palabras, a veces bastan con sentirlas o hacerlas sentir. Como cuando me miras con esos ojos – me susurró acariciándome la mejilla- no me quieres decir nada pero yo siento miles de cosas.

Silencio. Me quedé mirándole, mirando sus ojos, que me devolvían la mirada. Como un juego de dar y recibir.

2 comentarios:

  1. Dios que capitulo con tanto sentimientoo!! es que me ha encantado aghh aghhh estos dos tienen k acabar en un bonito besoo =)

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  2. jaja muchas gracias :) ¿Quien sabe? ajaja :)
    Un beso!

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